El Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) es un componente esencial de la dieta mediterránea y
goza de una merecida reputación por sus beneficios para la salud y su versatilidad en la cocina.
Sin embargo, a lo largo de los años, han surgido algunos mitos y malentendidos en torno a este
preciado aceite.
En este artículo, exploraremos a fondo el mundo del Aceite de Oliva Virgen Extra,
desentrañando los mitos que lo rodean y presentando las realidades que respaldan su estatus
como uno de los aceites más apreciados del mundo. Desmitificaremos algunas de las
concepciones erróneas que pueden haber surgido con el paso de los años sobre el AOVE.
Mito 1: Todos los aceites de oliva son iguales.
Realidad: No todos los aceites de oliva son iguales. El Aceite de Oliva Virgen Extra se extrae de
las aceitunas mediante un proceso de prensado en frío, lo que significa que no se utilizan
productos químicos ni calor en su producción. Esto preserva los sabores naturales y los
beneficios para la salud del aceite. Por otro lado, el aceite de oliva refinado y el aceite de oliva
virgen tienen procesos de fabricación diferentes y no retienen tantos compuestos
beneficiosos.
Mito 2: El AOVE no es adecuado para cocinar a altas temperaturas.
Realidad: Aunque es cierto que el Aceite de Oliva Virgen Extra tiene un punto de humeo más
bajo en comparación con algunos aceites vegetales, es perfectamente adecuado para cocinar a
fuego medio y bajo. Su sabor y propiedades se mantienen estables en la mayoría de las
preparaciones culinarias. Sin embargo, para freír a temperaturas muy altas, es mejor optar por
aceites con un punto de humeo más alto, como el aceite de cacahuete o el aceite de canola.
Mito 3: El AOVE es alto en grasas saturadas.
Realidad: El Aceite de Oliva Virgen Extra es conocido por ser rico en grasas monoinsaturadas
saludables, como el ácido oleico, que se ha asociado con la reducción del riesgo de
enfermedades cardiovasculares. Aunque contiene una pequeña cantidad de grasas saturadas,
éstas son significativamente más bajas en comparación con otros aceites vegetales y fuentes
de grasa animal.
Mito 4: No es necesario almacenar el AOVE en un lugar oscuro y fresco.
Realidad: Para mantener la calidad y el sabor del Aceite de Oliva Virgen Extra, es esencial
almacenarlo en un lugar oscuro, fresco y herméticamente cerrado. La luz y el calor pueden
provocar la oxidación del aceite, lo que afecta negativamente su sabor y sus beneficios para la
salud. Una botella de AOVE de calidad debe mantenerse alejada de la luz directa y las fuentes
de calor.
Mito 5: El color del AOVE es un indicador de calidad.
Realidad: Muchas personas asocian la calidad del Aceite de Oliva Virgen Extra con su color,
creyendo que cuanto más oscuro sea el aceite, mejor será. Sin embargo, el color del AOVE
puede variar debido a varios factores, como el tipo de aceitunas, el momento de la cosecha y
el proceso de extracción. La calidad del aceite no se determina por su color, sino por su sabor,
aroma y acidez.
En resumen, el Aceite de Oliva Virgen Extra es una opción saludable y versátil en la cocina,
pero es importante separar los mitos de la realidad. Al elegir y utilizar este aceite de manera
adecuada, puedes disfrutar de sus beneficios para la salud y su delicioso sabor en tus platos
diarios. Recuerda siempre optar por AOVE de alta calidad y seguir las recomendaciones de
almacenamiento para aprovechar al máximo sus cualidades.