El aceite de oliva representa el producto estrella de la dieta mediterránea

Hay varios tipos de aceite de oliva. Dependiendo de la forma en que es extraído y de la composición del aceite, obtendremos los diferentes tipos de aceite de oliva que existen en el mercado, aunque algunos de ellos no son aptos para consumir.

 

¿Qué tipos de aceite de oliva existen?

Atendiendo a la calidad de estos, podemos hablar de mayor a menor:

El aceite de oliva virgen extra es considerado el de calidad superior. Como su grado de acidez (también llamado concentración de ácido oleico) es inferior a un grado, ofrece el mejor sabor. Es perfecto para consumirlo crudo. Se caracteriza por poseer un intenso color verde.

En el segundo puesto, encontramos el aceite de oliva virgen fino. Su calidad también es excepcional, pero su grado de acidez es cercano a los dos grados. Su color deja de ser verde para aproximarse al dorado.

El aceite de oliva virgen pertenece al primer prensado de las olivas. Es leve en cuanto a su sabor, con valores en el grado de acidez en torno a los tres grados. Es obtenido solamente mediante métodos mecánicos en frío.

Otro de los tipos de aceite de oliva es el lampante. El “apellido” de este aceite proviene del origen de su uso. Era usado antiguamente en lámparas de aceite a modo de combustible. La acidez en estos tipos de aceite de oliva supera los tres grados con creces.

El aceite de oliva “a secas” es producto de la mezcla entre aceite de oliva virgen y aceite de oliva refinado. Su grado de acidez depende del porcentaje de la mezcla.

En el aceite de orujo, el hueso de la aceituna también es empleado en su elaboración. Se considera apto para su consumo. Está mezclado con otros tipos de aceite de oliva. Normalmente, con el virgen.

El aceite de orujo crudo no lleva la anterior mezcla.

El último de los tipos de aceite de oliva en el aceite de orujo refinado, apto para el consumo humano si su grado de acidez no excede el medio grado.

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